Sabrina Carpenter divide opiniones con su portada
Sabrina Carpenter volvió a encender las redes sociales. El pasado 11 de junio de 2025, la cantante presentó la portada de su nuevo álbum, “Man’s Best Friend“, y la polémica no tardó en llegar. La imagen, calificada por muchos como provocativa y degradante para las mujeres, ha sido tema de debate en línea. Otros, sin embargo, han destacado su sátira intencionada y su valor artístico.
Una portada de álbum que desata controversia
En la imagen principal, la cantante es mostrada de rodillas, con una mano en el muslo de un hombre que, de pie, le sostiene el cabello. Una segunda foto, posiblemente destinada a la contraportada, muestra a un perro con un collar que lleva la inscripción “El mejor amigo del hombre”.
De inmediato, usuarios en X (antes Twitter) expresaron su rechazo: “Es vulgar”, “Degradante para las mujeres” o “¿Por qué degradarse para vender un disco?” fueron algunos de los comentarios más repetidos. Incluso, una organización benéfica de mujeres denunció la imagen por ser “reduccionista e incompatible con la lucha por la dignidad femenina”.
Defensa artística y sátira en la imagen
Sin embargo, también se ha generado un fuerte respaldo. Para muchos de sus seguidores, Sabrina Carpenter pertenece a una tradición pop donde las imágenes se utilizan como un reflejo crítico de las normas sexistas que aún prevalecen en la industria musical.
Su humor mordaz y su gusto por la provocación han sido reconocidos: “Se burla de los códigos pop y los invierte”, afirmó un fan. El propio título del álbum, “Man’s Best Friend”, es visto como una falsa sumisión que expone las relaciones de poder de género.
Una estrategia comunicativa bien calculada
El lanzamiento del primer sencillo, “Manchild”, ya ha sido realizado, mientras que el álbum completo estará disponible el próximo 29 de agosto. La estética que adopta Sabrina Carpenter, inspirada en los años 2000 y en las caricaturas de género, parece haber anticipado la división de opiniones.
Hasta ahora, la cantante no ha hecho declaraciones públicas, dejando que su música e imágenes hablen por sí mismas. En un contexto como el actual, esta decisión podría ser considerada una estrategia de comunicación cuidadosamente planeada.
Este episodio vuelve a poner en discusión los límites entre la sátira, el empoderamiento y la trivialización en el pop contemporáneo. Mientras el debate continúa, Sabrina Carpenter sigue consolidando su imagen como una artista dispuesta a romper esquemas.
