La maldición del 4° álbum: ¿realidad o mito?

Un fenómeno que afecta a muchos artistas

Un fenómeno que afecta a muchos artistas

La música es un arte que requiere de creatividad, talento y pasión. Sin embargo, también es una industria que exige resultados, ventas y éxito. Muchos artistas se enfrentan a la presión de superar las expectativas de sus fans y de la crítica con cada nuevo trabajo. Algunos lo logran, otros no. Y hay un grupo que parece caer en una especie de maldición: la del 4° álbum.

Se dice que el cuarto álbum de un artista es el más difícil de hacer, el que marca un punto de inflexión en su carrera, el que puede consagrarlo o hundirlo.

¿Es esto cierto? Veamos algunos ejemplos de artistas que han pasado por esta situación.

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X&Y de Coldplay: Ambicioso pero irregular.

El tercer álbum de la banda británica, A Rush of Blood to the Head, fue un éxito rotundo que los consagró como una de las mejores bandas de rock alternativo del siglo XXI.

Sin embargo, su cuarto trabajo, X&Y, no logró estar a la altura de las expectativas.

A pesar de contener temas como “Fix You“, “Speed of Sound” o “Talk“, el disco fue criticado por ser demasiado largo, pretencioso y aburrido.

Las ventas fueron buenas, pero no espectaculares, y la puntuación en Metacritic fue de 72 sobre 100.

Rated R de Rihanna: Oscuro y arriesgado.

La cantante barbadense había triunfado con su tercer álbum, Good Girl Gone Bad, que la convirtió en una estrella mundial con hits como “Umbrella“, “Don’t Stop the Music” o “Disturbia“.

Sin embargo, su cuarto trabajo, Rated R, fue un cambio radical en su sonido y su imagen. El disco reflejaba el trauma que sufrió tras la agresión de su ex novio Chris Brown, y contenía temas como “Russian Roulette“, “Hard” o “Rude Boy“.

El disco fue elogiado por su madurez y su valentía, pero no tuvo el mismo impacto comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron moderadas y la puntuación en Metacritic fue de 75 sobre 100.

808s & Heartbreak de Kanye West: Experimental y emotivo.

El rapero estadounidense había alcanzado la cima del éxito con su tercer álbum, Graduation, que lo consagró como uno de los mejores artistas de hip hop de la historia.

Sin embargo, su cuarto trabajo, 808s & Heartbreak, fue una sorpresa para sus fans y para la crítica.

El disco estaba compuesto por canciones minimalistas y melancólicas, en las que Kanye usaba el auto-tune y las cajas de ritmos para expresar su dolor por la muerte de su madre y su ruptura con su novia.

El disco fue un hito en la innovación musical, pero no tuvo el mismo éxito comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron decentes y la puntuación en Metacritic fue de 75 sobre 100.

Love Goes de Sam Smith: Personal pero inconsistente.

El cantante británico había conquistado al público con su tercer álbum, The Thrill of It All, que lo confirmó como una de las mejores voces del pop actual.

Sin embargo, su cuarto trabajo, Love Goes, no logró mantener el nivel de calidad y emoción de sus anteriores trabajos.

El disco estaba inspirado por su ruptura con el actor Brandon Flynn, y contenía temas como “Diamonds“, “To Die For“, “Dance (‘Till Someone Else)” o “Another One“.

Originalmente se iba a llamar To Die For, pero el cantante decidió cambiar el título y la fecha de lanzamiento debido a la pandemia de COVID-19.

En una entrevista con Apple Music, Smith dijo:

“Cuando todo paró, me di cuenta de que de una forma extraña el álbum no estaba terminado. Y el título no sonaba nada apropiado”. 

Así que optó por un nombre más optimista y acorde con el contenido del disco.

El disco fue aplaudido por su honestidad y su diversidad sonora, pero no tuvo el mismo éxito comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron bajas y la puntuación en Metacritic fue de 69 sobre 100.

Sweetener de Ariana Grande: Dulce pero insípido.

La cantante estadounidense había logrado el reconocimiento mundial con su tercer álbum, Dangerous Woman, que la convirtió en una de las divas del pop más exitosas del momento.

Sin embargo, su cuarto trabajo, Sweetener, no logró satisfacer a sus fans ni a la crítica.

El disco estaba influenciado por su relación con el comediante Pete Davidson y por el atentado que sufrió en Manchester durante uno de sus conciertos.

El disco contenía temas como “No Tears Left to Cry“, “God is a Woman” o “Breathin“.

El disco fue reconocido por su positividad y su colaboración con el productor Pharrell Williams, pero no tuvo el mismo éxito comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron regulares y la puntuación en Metacritic fue de 81 sobre 100.

Witness de Katy Perry: Pop olvidable.

La cantante estadounidense había dominado las listas de éxitos con su tercer álbum, Teenage Dream, que la convirtió en una de las reinas del pop más populares de la década.

Sin embargo, su cuarto trabajo, Witness, no logró repetir el fenómeno.

El disco estaba marcado por su cambio de look y por su intención de mostrar una faceta más madura y política.

El disco contenía temas como “Chained to the Rhythm“, “Swish Swish” o “Bon Appétit“.

Fue criticado por su falta de cohesión y originalidad, y no tuvo el mismo éxito comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron decepcionantes y la puntuación en Metacritic fue de 52 sobre 100.

Artpop de Lady Gaga: Artístico pero confuso.

La cantante estadounidense había revolucionado el mundo del pop con su tercer álbum, Born This Way, que la consagró como una de las artistas más influyentes y versátiles de la música.

Sin embargo, su cuarto trabajo, Artpop, no logró mantener el interés del público ni de la crítica. El disco estaba inspirado por su pasión por el arte y la cultura pop, y contenía temas como “Applause”, “Do What U Want” o “G.U.Y.“.

El disco fue alabado por su creatividad y su producción, pero no tuvo el mismo éxito comercial que sus anteriores trabajos.

Las ventas fueron modestas y la puntuación en Metacritic fue de 61 sobre 100.

Excepciones exitosas

Para demostrar que la maldición del 4° álbum no es una regla general, podemos mencionar algunos ejemplos de artistas que han hecho cuartos álbumes exitosos tanto en ventas como en críticas.

Estos son algunos de ellos:

No es una ley

Como hemos visto, la maldición del 4° álbum es un fenómeno que afecta a algunos artistas, pero no a todos.

No hay una razón única o definitiva que explique por qué el cuarto álbum es el más difícil o el menos exitoso de una carrera musical.

Depende de muchos factores, como la creatividad, el talento, la pasión, la presión, las expectativas y las circunstancias personales de cada artista.

Lo que sí podemos afirmar es que el cuarto álbum es un momento importante en la trayectoria de un artista, que puede marcar un antes y un después en su evolución musical.

Por eso, debemos valorar y respetar el trabajo de los artistas que se atreven a hacer un cuarto álbum, sea cual sea el resultado.

Al fin y al cabo, la música es un arte que se basa en la expresión, la experimentación y la emoción.

Espero que te haya gustado este artículo sobre la maldición del 4° álbum.

Si quieres leer más sobre música y otros temas interesantes, te invito a revisar las demás notas de La Taza Caliente.

Y si tienes alguna opinión o sugerencia sobre este tema o sobre algún otro, no dudes en dejar un comentario.

¡Hasta la próxima!

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