Un encuentro inesperado
El regreso de Talking Heads
Después de 21 años, los miembros de la banda Talking Heads se reunieron. Esta reunión tuvo lugar durante el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde tuvieron una charla con Spike Lee.
La emoción de Stop Making Sense
La película en directo que Talking Heads estrenó en 1984, Stop Making Sense, suele comenzar con ‘Burning Down the House’.
En este punto, ya han pasado seis canciones. Aquí es donde aparece no solo el cuarteto principal –David Byrne, Jerry Harrison, Tina Weymouth y Chris Frantz– sino toda la banda de apoyo de la gira.
Los espectadores se levantan y comienzan a bailar en sus asientos a lo largo y ancho del teatro.
La premier en Toronto con Talking Heads
Al igual que en muchas otras proyecciones de Stop Making Sense, el público que presenciaba la premier de su versión restaurada en el Festival Internacional de Cine de Toronto estaba emocionado.
La restauración estaba siendo presentada con motivo de los 40 años de su filmación en el teatro Pantages en Los Ángeles en 1983.
La experiencia completa
Esta era la primera vez que veían al mismísimo Byrne bailando como los demás frente a una versión suya de seis metros. Media docena de filas detrás de él, Frantz y Weymouth también hacían lo mismo. En el caso de Harrison, se había ido hacia la parte trasera de la sala para poder bailar y “tener la experiencia completa en la pantalla grande”.
La sesión de preguntas y respuestas
La atracción principal era una sesión de preguntas y respuestas moderada por Spike Lee con los cuatro miembros de Talking Heads reunidos por primera vez en 21 años.
“Fue una gran banda”, dijo Frantz al inicio, señalando a los otros músicos que estaban sentados junto a él. “Perdón por presumir, pero estoy tan feliz de estar aquí con mis compañeros”. “Mientras miraba esto no podía parar de pensar: es por esto que vas a ver una película al cine”, agregó Byrne.
La historia detrás del film de Talking Heads
El cineasta comenzó por preguntar la historia de origen del film y cómo el difunto director Jonathan Demme se involucró en esta. “Era más o menos lo que estábamos haciendo en cada show de nuestra gira”, respondió el vocalista en referencia a la forma en la que él abría el concierto con solo una guitarra y un boombox, siendo sucedido por el resto de músicos que salían uno a uno.
“Pero notamos que había un patrón. Había una historia con un inicio, un nudo y un desenlace. Entonces todos pensamos, ‘Quizás esto puede hacerse película’”.