Madonna en sus primeros años
Madonna es retratada en un nuevo documental que revela cómo fueron los años iniciales de su carrera en Nueva York. Su camino, marcado por esfuerzo y ambición, quedó registrado en la producción Becoming Madonna, dirigida por Michael Ogden.
Una mirada a sus comienzos
El estreno de Becoming Madonna está programado para el 23 de agosto por Universal+. La cinta se enfoca en los años entre 1978 y 1982, cuando la artista de Michigan, con apenas 19 años, decidió conquistar la escena musical de la Gran Manzana. Esos primeros pasos precedieron al lanzamiento de su primer disco de estudio, Madonna, y anticiparon el impacto mundial de Like a Virgin.
Una faceta artística diversa
Además de cantante, Madonna fue mostrada como bailarina formada académicamente en Nueva York. Su estilo provocador y su innovación le generaron tanto elogios como críticas. Con coreografías arriesgadas y una visión original, la artista se impuso como una figura única en el pop.
Pasión por la música y actuación
El documental refleja también la pasión de Madonna por distintos géneros musicales. Desde el rock hasta el punk, experimentó como guitarrista y baterista en bandas como Breakfast Club y Emmy and the Emmys. Su interés por la actuación la condujo a explorar también la dirección cinematográfica.
Un legado reafirmado en el presente
En mayo de 2024, con 65 años, Madonna ofreció un concierto gratuito en Copacabana como parte de The Celebration Tour. Con 1.6 millones de asistentes, la artista repasó décadas de éxitos, consolidando su estatus como una de las figuras más vigentes del pop.
Un regreso al estudio
Hace veinte años, el álbum Confessions on a Dance Floor se convirtió en uno de sus grandes hitos. Premiado con un Grammy, contenía temas como “Hung Up” y “Sorry”. Este año, Madonna anticipó en redes sociales la llegada de una segunda parte bajo la producción de Stuart Prince.
Moda e impacto cultural
Además de su influencia musical, Madonna marcó tendencias en la moda con propuestas audaces e irreverentes. Su reaparición en la Met Gala con un esmoquin blanco de Tom Ford confirmó que su imagen continúa siendo sinónimo de impacto cultural.