Bunbury renace con “Cuentas Pendientes”

Cuentas Pendientes confirma a Bunbury

Un regreso acústico que no olvida sus raíces

Bunbury ha vuelto a sorprender con un álbum que, aunque busca alejarse del rock, no consigue desprenderse del todo de él. En su nuevo trabajo, Cuentas Pendientes, el artista español se propone explorar caminos sonoros más íntimos y tradicionales, pero la esencia rockera por la que es reconocido sigue presente, aunque con un envoltorio diferente. Este disco ha sido ya colocado, por muchos, como la pieza faltante de una trilogía iniciada con “Pequeño” (1999) y seguida por “Licenciado Cantinas” (2011).


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Un sonido clásico con aires renovados

Desde el primer acorde, se nota que la producción fue pensada desde lo acústico. Guitarras, batería y, sobre todo, un destacado uso del contrabajo construyen una atmósfera sobria pero efectiva. La intención de alejarse de los estereotipos del rock ha sido declarada por el propio Bunbury en entrevistas recientes, aunque el resultado final conserva matices inconfundibles del género.

Letras libres, ritmos latinos y una voz inconfundible

Las canciones muestran una estructura lírica dual: versos rimados conviven con otros más libres, que encuentran su fuerza en la expresividad del intérprete. Se destacan temas como “Serpiente”, “Como una sombra” y “Te puedes a todo acostumbrar”, que logran combinar melodía y mensaje con soltura. El sencillo “Para llegar hasta aquí” ha sido seleccionado como carta de presentación del álbum, representando su espíritu aunque no se trate del mejor tema del conjunto.

Una instrumentación rica en detalles

El abanico de influencias que Bunbury despliega no es nuevo, pero se siente más pulido. Tangos, cumbias, guarachas y rancheras se entrelazan sin sobresaltos, aportando una textura rica y diversa. La presencia de Ramón Gacías en la batería (también en la producción junto a Bunbury) y Jorge Rebenaque en teclados y acordeón refuerzan ese carácter orgánico y profundo que atraviesa todo el disco.


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Pocas canciones, grandes sensaciones

A pesar de que solo diez canciones conforman el álbum, la calidad compensa la brevedad. Como punto negativo, los precios elevados de las entradas de la gira han sido criticados por los seguidores, aunque se trata de un tema externo al contenido musical.

“Cuentas Pendientes” no es un disco revolucionario, pero sí uno honesto, que reafirma la versatilidad y vigencia de Bunbury dentro de la música en español.

Redacción

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