El genio creativo detrás de un clásico de Queen
Hay canciones que marcan una época, pero pocas se crean en tan solo minutos. Una de ellas fue escrita por Freddie Mercury, y ha sido considerada un homenaje espontáneo a dos grandes leyendas de la música.
Una inspiración surgida en la bañera
“Crazy Little Thing Called Love” fue compuesta en 1979 y se ha mantenido como uno de los mayores éxitos de Queen. Lo que muchos no saben es que fue escrita en solo 10 minutos por Freddie Mercury, mientras se relajaba en la bañera del Hotel Bayerischer Hof en Múnich, Alemania.
Este instante de inspiración fue revelado por el propio baterista de Queen, Roger Taylor, quien explicó que la canción nació durante una sesión de grabación en esa ciudad. Mercury, con su energía característica, no tardó en llevar la idea al estudio y trabajarla rápidamente junto a la banda.
Un tributo a Elvis Presley y Cliff Richard
La canción fue concebida como un homenaje a Elvis Presley y Cliff Richard, dos de los grandes ídolos de Mercury. La muerte de Presley, ocurrida apenas dos años antes, habría sido uno de los detonantes emocionales para este tributo musical.
Brian May, guitarrista de Queen, recordó en un podcast: “Sí, Freddie lo escribió muy rápido y se apresuró a trabajarlo con los chicos. Cuando llegué, ya estaba casi terminado”. Este proceso rápido no disminuyó la calidad del resultado: al contrario, el tema sería reconocido por su estilo fresco y su sonido vintage.
Una coincidencia vocal
En el libro Freddie Mercury: A Life in His Own Words, el propio cantante afirmó que su interpretación vocal en la canción tiene similitudes con la de Presley, aunque no fue intencional. “Mi voz suena un poco como la de Elvis Presley en ‘Crazy Little Thing Called Love’. No era algo que intentara hacer, simplemente ocurrió”, confesó.
El estilo rockabilly de los años 50 fue perfectamente capturado por Mercury, quien también resaltó que la canción está cantada en un registro más bajo, lo que facilitó esa similitud con su ídolo.
Una joya nacida en minutos
El caso de “Crazy Little Thing Called Love” demuestra que algunas obras maestras no requieren de años de trabajo. A veces, una idea brillante y un momento de tranquilidad son suficientes para que surja un clásico eterno, creado por la genialidad de Freddie Mercury.