Una pieza clave de Jim Morrison es hallada tras 37 años
La leyenda de Jim Morrison sigue viva entre los pasillos del cementerio Père-Lachaise de París. Esta semana, una pieza icónica vinculada a su legado fue recuperada por las autoridades: el busto de mármol que adornaba su tumba y que había sido robado en 1988 ha sido hallado intacta durante un registro judicial fortuito. El hallazgo reaviva tanto la fascinación por el cantante de The Doors como el misterio que rodea su figura.
Un símbolo desaparecido en 1988
La tumba de Jim Morrison, desde su entierro en 1971, se ha convertido en el lugar más visitado del cementerio parisino. Allí, entre más de 70.000 sepulcros, descansa el líder de The Doors, cuyas canciones marcaron a toda una generación. En 1981, con motivo del décimo aniversario de su muerte, fue colocado un busto de mármol blanco realizado por el escultor croata Mladen Mikulin. Pronto fue convertido en objeto de devoción… y también de vandalismo.
En 1988, durante una ronda de rutina, los guardias del cementerio notaron su desaparición. La escultura, ya por entonces cubierta de grafitis y firmas, se había esfumado sin dejar rastro. Se especuló que pudo haber sido robada por fans o incluso retirada por la administración.
Una recuperación inesperada
El lunes pasado, la escultura fue recuperada accidentalmente por la policía judicial en un operativo no relacionado con el caso. La imagen compartida por las autoridades muestra al busto en el mismo estado en que fue visto por última vez: con la nariz rota y cubierto de inscripciones. Durante 37 años, su paradero fue un misterio, alimentando múltiples teorías entre seguidores y estudiosos del artista.
Un espacio de culto en transformación
Actualmente, la tumba de Morrison continúa atrayendo a miles de visitantes, aunque el acceso ha sido limitado por tareas de restauración. Operarios han acordonado el área, donde tradicionalmente se dejan objetos como latas de cerveza o cigarrillos. Se debate si el busto debería ser reinstalado. “Si ya lo robaron una vez, podrían hacerlo otra vez”, comentó uno de los trabajadores.
Un mito que se resiste a morir
La historia de Jim Morrison está envuelta en misterios no resueltos, desde las circunstancias de su muerte hasta el destino de sus pertenencias. La aparición de este busto, considerado perdido durante décadas, es un capítulo más en una vida que sigue generando intriga. Como escribió Benoît Gallot, conservador del cementerio, “su desaparición sigue siendo un enigma… y su retorno, una sorpresa”.